High School Musical 2. Mi primera experiencia sexual.

Tengo un metabolismo bastante simple y efectivo. Mi metabolismo es el pinche Amazon de los metabolismos. Cuando voy al baño me tardo 30 minutos no porque no pueda hacer, si no porque el 85% de ese tiempo lo dedico a jugar Plants Vs. Zombies y a escribir cosas en la web… Y a quitarme/ponerme toda la ropa. Porque tengo una condición mental que me obliga a desnudarme para poder defecar. EL CASO ES que mi sistema digestivo es rápido y efectivo. Y gracias a él, nunca me estriño … EXCEPTO esa única vez.

Así de chingón me veo haciendo del baño.

Corría el año 2008 y yo era un chico de 17 años con un envidiable metabolismo que iba en la preparatoria (El chico iba en la preparatoria, no el envidiable metabolismo). Y un día fui al cine. ¿Con quién? No recuerdo. ¿A ver qué? Tampoco recuerdo. Lo que sí recuerdo es que en esa ida al cine me compré unos nachos con extra queso y hartos jalapeños. Los nachos de Cinépolis son los MEJORES NACHOS DE CINE QUE EXISTEN EN MÉXICO –lo que es muy sencillo porque en nuestro país sólo hay dos cadenas importantes de cine–. Regrese del cine muy satisfecho por mis nachos y me fui a dormir.

Mmmmmmm, nachos.

Pasaron dos días y yo no podía ir al baño. Ganas no me faltaban; pero iba, me desnudaba, me sentaba y no pasaba nada. En el tiempo que esperaba en el baño escribí mi primer novela. Al tercer día supe que algo andaba mal en mi cuerpo. Y cuando le conté mis síntomas a mis papás me dijeron que si, in fact, estaba muy estreñido. Yo nunca había estado estreñido. Y no sabía que putas hacer.

Ahora que sabía qué rayos le pasaba a mi delicado cuerpecillo lo único que me quedaba era combatir este maldito padecimiento. El par de días siguientes cené y desayuné del HORRIBLE All-Bran de mi papá, comí ciruelas, tomé Activia de ciruela como un maldito anciano e incluso salí a correr a mi cuadra para “activar el sistema digestivo”. NADA funcionó y mi mamá, al ver que nada le hacía efecto al terco cuerpo de su pobre hijo, se le ocurrió un macabro plan: “Hijo, te voy a comprar unos supositorios”.

Si tuviste una infancia color de rosa y no sabes qué es un supositorio, son unas … cápsulas de glicerina que te las metes por la cola como si esto fuera una orgía gay en el baño de alguna estación de tren en Yugoslavia. Y sirven para combatir una gran variedad de padecimientos como: estreñimiento, hemorroides, fiebre y, el algunos casos, ocio.

Al principio, me negué rotundamente. Porque el simple hecho de oír esa palabra activó unos recuerdos suprimidos de mi niñez que NUNCA quisiera volver a experimentar. Pero la verdad es que llevaba 4 días sin poder ir al baño y temía que me iba a pasar como a John Hurt en ‘Alien’.

De esta escena hablo. Por si has vivido bajo una roca, es de ‘Alien’.

En la noche, mi madre regresó con una caja con 4 supositorios y me dijo bromeando: “¿Quieres que te ayude? Y si de por sí mi recto ya estaba muy cerrado a causa del estreñimiento, el imaginar el pulgar de mi madre cerca de mi ojo-del-payaso causó un maldito agujero negro en mi intestino. Grité ¡OBVIO NO!, agarré la caja y azoté la puerta. Todo muy dramático.

Prendí la tele porque quería cubrir cualquier sonido de dolor y justo estaba empezando ‘High School Musical 2’ en Disney Channel. Era perfecto, podría compensar el horrible sentimiento del supositorio con este colorido y optimista filme. Me desnudé y me senté en la orilla de mi cama. ¿Cómo rayos iba a hacer esto? Saqué un supositorio de la caja y lo inspeccioné en mi mano. A los 10 segundos de juguetear con él a manera de foreplay SE EMPEZÓ A DERRETIR. Esas madres se derriten en tu mano, no en tu boca. … Ok esa referencia sonaba mejor en mi cabeza.

Malditos niños. Seguro se ven muy felices porque nadie se estaba metiendo un supositorio por el culo… Bueno, el de rojo más o menos.

“Ok. Es hora. Ya no más juegos.” me dije a mi mismo. Sonaba “Work This Out” en la tele así que yo estaba muy pumped. Me tiré a la cama como toda una puta y abrí otro supositorio. Y llego la hora. Lo acerqué a donde no toca la luz y de repente ¡FLOOP! ¡El pinche supositorio mamón se resbaló y por alguna razón del destino cayó entre la pequeña ranura entre mi cama y la pared. Rápidamente metí mi mano en la ranura para rescatarlo pero era muy tarde, lo saqué medio derretido y lleno de pelusa (IUGH!!).

¡YA SÓLO ME QUEDABAN DOS! Mi Hannibal se rehusaba a ser vencido. Y con toda razón. Su función principal es sacar. Meter cosas seguro no le parecía nada divertido. Y tampoco a mí. Pero ya estaba muy desesperado. Decidí cambiar mi estrategia e intentar otra posición. Y después de pasearme un rato desnudo por mi cuarto imaginándome alguna posición benéfica para mi cuerpo y mi misión encontré una perfecta. Con esta nueva posición … pongámoslo así, hubiera obtenido el papel del sapo en el festival de la primavera del kinder de Miss Conchita.

Aquí estoy yo en el festival de la primavera del kinder de Miss Conchita.

Aquí estoy yo en el festival de la primavera del kinder de Miss Conchita.

Ya en posición saqué el penúltimo de los supositorios. Respiré como mujer embarazada de trillizos en labor de parto y comencé mi propósito. Mientras esto sucedía en la tele estaba “Gotta Go My Own Way” que fue perfecto porque era como si yo fuera Gabriella, mi estreñimiento fuera Troy Bolton y, el collar que le regresa a Troy, era el supositorio. “I’ve got to move on a be who I am.” cantaba mientras este incómodo asunto sucedía (porque HSM 2 había salido ya hacía 6 meses y OBVIO yo me sabía todas las letras) y yo sentía que me estaba metiendo un Passat en la cola. Y después de un tortuoso primer acto de ‘High School Musical 2’ había conseguido mi objetivo. Y juré que nunca más metería cosas a mi cuerpo, al menos no por el Anubis. Promesa que he cumplido hasta la fecha.

Epílogo

El supositorio no funcionó y estuve estreñido un día más hasta que la gracia del Señor me sonrió y por fin, después de 5 días, pude hacer del baño. Y fue un evento tan épico que necesito 3 tanques del wc para darle fin.

“We’re gonna have fun in the sun now that all the hard work-work is done!”

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